“Rueguen incesantemente por el resto de los hombres -porque hay en ellos esperanza de arrepentimiento- para que lleguen a Dios.” (San Ignacio de Antioquía)
La niña que descubrió el amor a Dios en medio de su familia, entrega su vida en el monasterio y, sin traspasar sus paredes, se convirtió en patrona de las misiones.
La Iglesia recuerda el 29 de septiembre a los tres arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, cada uno con una misión específica. Pero, ¿cómo se debe celebrar correctamente esta fiesta?