El poder del nombre de Jesús

Santísimo nombre de Jesús

El nombre de Jesús le fue dado a María por Dios mismo, por medio del ángel Gabriel. Pero ¿qué tanta importancia tiene el nombre?

Cuando los profetas del antiguo testamento hablaron sobre el mesías, lo llamaron Emmanuel: “Por tanto, el Señor mismo les dará esta señal: Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y Le pondrá por nombre Emmanuel (Dios con nosotros).” (Isaías 7, 14).

Al nacer Jesús, de una Virgen, por obra del Espíritu Santo, se da cumplimiento a la profecía. Jesús es el “Dios con nosotros”.

Su nombre es Jesús

El nombre que Dios eligió para su propio Hijo es Jesús, Ieosus en griego, Jeshua o Joshua en hebreo. Y este nombre significa “Dios salva”. La salvación viene de Jesús, él es el mesías, el que nos trae la salvación de Dios.

El pueblo judío esperaba un mesías redentor, liberador, que termine con el sufrimiento del pueblo y les devuelva la libertad. Esperaban a un mesías político, un caudillo que se rebelase y enfrentase al opresor.

Jesús, en lugar de predicar la guerra, predicó el amor de Dios, por primera vez se le llama “Padre”, y nos enseña a acercarnos a Él con humildad, con sencillez de niños, de hijos.

¿Una fiesta solo para el nombre?

¿Por qué celebrar una fiesta solo por el nombre? ¿Separamos acaso el nombre del hombre?

La devoción al dulce nombre de Jesús empezó en 1274, cuando el papa Gregorio X emitió una bula para desagraviar los insultos hacia su nombre. Desde entonces, la devoción se extendió a toda Europa y luego a todo el mundo. Fue más adelante, en el siglo XVI, cuando se introdujo la celebración en la liturgia.

Honramos y veneramos el nombre de Jesús, no porque haya un significado oculto en sus letras, sino por el significado del nombre en sí: “Dios salva”.


Lee también: Caminando hacia la Santa Cruz


El poder del nombre de Jesús

El mismo Cristo prometió: “en mi nombre tomarán serpientes en sus manos, y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y estos se sanarán” (Marcos 16, 17-18).

«En ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos.» (Hechos 4, 12)

“(…) al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos.» (Filipenses 2, 10).

Santísimo nombre de Jesús

Su nombre tiene poder, pero no un poder mágico. Es el poder del Hijo de Dios. Y la Iglesia nos invita a celebrar esta fiesta para recordarnos que el nombre del Hijo de Dios tiene poder para sanarnos, liberarnos, rescatarnos, darnos paz, alegrarnos.

Por ello, las fórmulas de las oraciones de la Iglesia concluyen, siempre, “Por Jesucristo, nuestro Señor”.

Invoquemos el nombre de Jesús, hoy, con mucha fe, sabiendo que “todo lo que pidan al Padre en mi nombre, Él se los concederá” (Juan 16,23).


Fuentes:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *