San Antonio de Padua

San Antonio de Padua

“El gran peligro del cristiano es predicar y no practicar,
creer pero no vivir de acuerdo con lo que se cree”

Esta es una de las frases del santo de los objetos perdidos, de los novios, de las madres gestantes y los niños abandonados. Su nombre fue Fernando de Bulloes y Taveira, y nació en Portugal en 1195.

El llamado

Es uno de los santos más conocidos del abanico de santos franciscanos, sin embargo, no empezó su vida religiosa en esa orden, primero fue agustino. Un amigo suyo, que conocía a Francisco de Asís, le hizo conocer la orden. Es así como llegó a ser franciscano. Una vez en la orden quiso ser misionero, como su amigo, pero los superiores y sus visibles talentos y elocuencia determinarían que se convirtiese en predicador.

“Las acciones hablan más que las palabras;
deja que tus palabras enseñen y tus acciones hablen”

Una vida llena de hechos curiosos

Como la de muchos santos notables, la vida de Antonio estuvo salpicada de hechos inexplicables, milagrosos, producto de la intervención divina para edificación de su pueblo.

Ni una gota los mojará

Como predicador, Antonio congregaba una gran multitud, incluso permanecían fuera de la iglesia cuando ya no había lugar para más. Un día había mucha gente fuera y el cielo empezó a amenazar con tormenta. Ellos se inquietaron y quisieron irse, pero Antonio los tranquilizó diciendo que no se mojarían bajo la lluvia. Cayó un aguacero, pero las gotas no tocaron a ninguno de los reunidos en la plaza, solo por los alrededores.

Reverencias proféticas

Había en la ciudad un hombre muy conocido por su vida pecaminosa. Cierto día, Antonio se cruzó con él y le hizo profundas reverencias. Esto se repitió cada vez que ambos se cruzaron. Después de repetirse esto muchas veces, el hombre se impacientó, a lo que Antonio respondió “Oh glorioso mártir de Dios, acuérdate de mí cuando estés en el paraíso”. El hombre rió. Años más tarde, ya convertido al cristianismo, predicando la fe a los musulmanes, fue martirizado, entregando su vida por Cristo.

Completamente limpio

Un hombre que había llevado una vida muy pecaminosa, se acercó arrepentido a confesarse con Antonio, pero por la conmoción de su arrepentimiento no pudo decir una sola palabra. Antonio le sugirió ir aparte y escribir sus pecados en una hoja, así lo hizo. Al entregar la hoja, Antonio le leyó los pecados en voz alta, y le devolvió la hoja. ¡Estaba totalmente en blanco! El hombre pudo así recibir el perdón de sus pecados.

“Tan pobre como es la mesa que carece de pan,
así la vida más ejemplar resulta vacía, si le falta amor”

Visión de San Antonio de Padua
Visión de San Antonio de Padua – Antonio de Pereda

Estos y muchos otros fueron los hechos maravillosos que obró Dios en la vida de Antonio, mostrando así su presencia real en medio de nosotros.

Oración a San Antonio de Padua

Glorioso San Antonio de Padua,
tú que has ejercido el divino poder
de encontrar lo que estaba perdido.
Ayúdame a encontrar la Gracia de Dios,
y hazme celoso en el servicio de Dios
y en vivir las virtudes.
Permíteme encontrar lo que estaba perdido,
para mostrarme la presencia de tu bondad.

¡Amén!

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