
El 1º de mayo celebramos a nuestra Señora del Chapi, devoción originada en Arequipa antes del siglo XVIII que se ha difundido por todo el país. Seas o no devoto de nuestra madre del Chapi, te presentamos 3 lecciones muy importantes que podemos aprender de esta devoción.
1. Dios actúa de maneras misteriosas, pero siempre con un propósito
Cuenta la leyenda que estaba previsto que la imagen de la Virgen del Chapi fuera trasladada a un lugar distinto de donde hoy se encuentra su santuario. Sin embargo, cuando quisieron moverla, no pudieron levantarla por más que se esforzaran, por lo que finalmente decidieron dejarla en aquel lugar y construirle allí una pequeña capilla. Los encargados de trasladar la imagen no podían sospechar que aquel lugar insospechado donde la imagen “quiso quedarse” se convertiría en uno de los centros de peregrinaje más concurridos del país. De la misma manera, muchas veces enfrentamos en nuestras vidas situaciones inesperadas cuyo propósito sólo se nos aclara con el paso del tiempo. Por eso, si estás atravesando un momento difícil, ¡ten fe! Es seguro que Dios tiene un propósito para ti.
2. Dios nos da los medios para realizar las tareas que nos pide
La zona donde se ubica el santuario de la Virgen de Chapi es desértica y el agua es escasa; este factor causaba muchas dificultades para la construcción de su santuario. Uno de los trabajadores que construyeron en el siglo 19 el nuevo templo fue a implorarle a la Virgen del Chapi les proporcionara agua para continuar con la tarea. Al poco tiempo él y sus compañeros encontraron una fuente de agua que no sólo refrescó su sed, sino que, según la tradición, curó a uno de ellos, al lavarse el rostro, de una enfermedad que tenía en sus ojos. En nuestro día a día a menudo tenemos que realizar tareas difíciles, que nos cuestan, nos cansan o nos exigen mucho. Pero Dios, además de darnos siempre los medios para poder cumplir con esto, siempre quiere regalarnos gracias y bendiciones a través de estas tareas.

3. Dios nos acompaña aún en las situaciones más duras
El santuario del Chapi, desde su primera construcción, ha sufrido dos terremotos y un incendio; sin embargo, la imagen de la Virgen del Chapi siempre ha resultado ilesa. Estas catástrofes causaron graves daños en la capilla; sin embargo, en buena medida es gracias a estos eventos que el santuario ha sido reconstruido, ampliado y remodelado con el paso de los años. Pongamos nuestra esperanza en Dios, que, así como ha protegido la imagen de la Virgen del Chapi, nos acompaña y nos cuida a nosotros con mucho amor. Sea cual sea la dificultad que enfrentemos, El estará con nosotros para levantarnos después de la caída, y llevarnos a un mejor futuro.
Muy bonito articulo sobre la Virgen de Chapi. Felicitaciones. Javier Valdivia Rojas.
Gracias Virgencita por conocer de tu Santuario de Chapi,Protégenos y libranos de esta Pandemia,Amen