
San Andrés, hijo de Juan, hermano de Simón, nació en Betsaida de Galilea. Como su padre y hermano, era pescador. En un inicio fue discípulo de Juan Bautista, es ahí donde escuchó sobre el Mesías que iba a venir, de quien su maestro “no era digno de desatar las correas de sus sandalias”.
Seguramente, como muchos de esa región, llegó a escuchar las primeras prédicas de Jesús, pero aún no le seguía. Fue cuando Juan, señalándolo a él y a su hermano, les dice de Jesús, que pasaba por ahí “he ahí el Cordero de Dios (…)”, y ellos de inmediato fueron tras Él.
1. Corazón dócil
Al seguir a Jesús, el Maestro da vuelta, los ve y les pregunta “¿Qué buscan?”, a lo que responde “Maestro, ¿dónde vives?”. La respuesta de Jesús fue muy misteriosa “Vengan y vean”. Así es que transcurrió esa primera tarde al lado de Jesús, escuchándolo, llenando sus oídos y su corazón de esas palabras que no venían del “libertador del pueblo de Israel” que todos esperaban, sino del mismo “Hijo de Dios”.
2. Evangelizador incansable
Cuando alguien recibe el Evangelio no puede quedarse inmóvil, tiene que hacer algo, transmitir lo que recibió, y eso es lo primero que hizo Andrés. Corrió de vuelta a casa, encontró a Simón, su hermano, y le dijo “¡Hemos encontrado al Mesías!”. Lo llevó donde Jesús, quien al verlo le dijo “Tú eres Simón, hijo de Juan; en adelante serás llamado Cefas (…)”. De esta manera, Andrés empezaba su misión, no solo de discípulo, sino de evangelizador.
3. Dispuesto al servicio
Todos recordamos el relato de la multiplicación de los panes. Cuando se trataba de alimentar a una muchedumbre, buscar comida no era tarea fácil. Fue Andrés quien, muy dispuesto a servir en la tarea, le dice a Jesús que encontró a un muchacho con cinco panes y dos peces. De esta manera, al servir a Jesús, le llevó lo necesario para que hiciera el milagro.
4. Llevar a Jesús a los más alejados
Andrés es de Galilea, pero su nombre es griego, porque esa región estaba muy influenciada por esa cultura. Gracias a estas similitudes culturales, los griegos de la época se acercaban a él, y Andrés los lleva a Jesús; aprovecha que los griegos se acercan a él por conveniencia, aprovecha eso y lo usa para que ellos reciban la Palabra de Dios del mismo Mesías.
Así como Andrés, nosotros tenemos muchas cualidades. ¿Cuántas de estas descubrimos en algunas personas que conocemos? ¿Reconocemos alguna de estas cualidades en nosotros? ¿Qué cualidades tenemos que podrían ayudarnos a ser discípulos de Jesús?
Fuentes: