Si pensabas que la oración no era para ti o te preguntabas por qué deberías rezar, ¡lee esto y te vas a convencer!
Para tener paz
Cuando rezas constantemente y le pones dedicación, la oración produce paz. Ya sea que hayas tenido un día agotador, que cargues con el estrés de una pelea con alguien cercano o que estés indignado por la injusticia, rezar te ayuda a recobrar la paz y la serenidad. La próxima vez que atravieses momentos de tensión o estrés, recita esta oración:
“Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda,
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.”
Para no perder la esperanza
El mundo en el que vivimos no es un jardín de rosas y muchas veces vemos y vivimos situaciones duras, tristes y frustrantes que poco a poco van carcomiendo nuestra esperanza, haciéndonos creer que no hay una salida y que las cosas nunca mejorarán. Pues bien, la práctica de rezar con frecuencia nos devuelve esa esperanza. Rezar te ayuda a ver tus dificultades y problemas con más claridad; a entenderlos en su verdadera dimensión; a hallar nuevos enfoques y soluciones, y te anima a enfrentarlos y superarlos.

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Para crecer en tu fe
La fe que no crece, disminuye, y la oración es una manera excelente de ejercitarnos espiritualmente para acrecentar nuestra fe. Si te sientes estancado o incluso percibes que has perdido tu fe, ¡comienza ya a orar! Puedes repetir constantemente esta sencilla oración, y pronto verás que tu fe aumenta.
“Señor, yo creo, pero aumenta mi fe”
Para acercarte a las personas que amas
Cuando rezas por alguien, te conectas espiritualmente con esa persona; eso abre tu mente y tu corazón a sus metas, sufrimientos, sueños, temores, anhelos… Rezar por nuestros seres queridos constituye un acto de amor, pues nos olvidamos de nosotros mismos, de nuestras preocupaciones y sentimientos, para pedir por las necesidades de quienes nos rodean.

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Para que tú y tu familia estén más unidos
El Venerable Padre Patrick Peyton, CSC, decía, “la familia que reza unida, permanece unida”. Cuando la familia se reúne a orar, los vínculos familiares se estrechan; el rezo es terreno fértil para la comprensión, el perdón y la paz en el hogar. ¡Te invitamos a que empieces hoy a rezar con tu familia! Si no sabes cómo, este artículo puede darte algunas ideas.
Para conocer más razones por las que deberías comenzar a rezar, sigue el hashtag #50razones.
hermoso gracias por estos tema que nos acercan a Dios