8 puntos para entender la Ascensión del Señor

La Ascension de Jesus

Durante su Ascensión al Cielo, Jesucristo deja un mensaje y un programa para toda la Iglesia: “Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las naciones, enseñándoles a observar todo lo que les he mandado”.

“Desde el Cielo está cerca de nosotros de una manera nueva, porque a través del Espíritu Santo vive en nuestros corazones. Les deseo que experimenten su presencia en cada momento de sus vidas”. (S.S. Francisco, Audiencia General del 25 de mayo de 2022)

Al ascender al cielo, Jesús no nos deja, está más presente que nunca. Y no nos pide solo recordarlo, sino que nos da una misión, una tarea que debemos cumplir: Ir, salir, anunciar, proclamar el Evangelio a todas las gentes, bautizarlas y unirlas a la Iglesia.

Muchas veces vemos esta partida de Jesús como un acontecimiento más dentro de su vida. Pero, la ascensión de Jesucristo es significativa por muchas razones.

Primero, marcó el final de su Ministerio terrenal. Dios, el Padre, había enviado con amor a su Hijo al mundo en Belén y ahora el hijo vuelve al Padre. El plazo de prescripción humana había llegado a su fin.

Segundo, significó el éxito en toda su obra terrenal. Todo lo que había venido a hacer lo había logrado.

Tercero, se marcó el regreso de su gloria celestial. La gloria de Jesús había sido velada durante su estancia en la tierra, con una breve excepción en la Transfiguración.

Cuarto, simbolizó su exaltación por el Padre. Aquel con quien el Padre se complace, fue recibido arriba en honor y se le dio un nombre sobre todo nombre.

Quinto, fue a preparar un lugar para nosotros.

Sexto, indica el comienzo de su nuevo trabajo como sumo sacerdote y mediador del nuevo pacto.

Séptimo, estableció el patrón para su regreso. Cuando Jesús venga a establecer el Reino, él volverá, tal como lo dejó literalmente, corporal y visible en las nubes.

Octavo, en la actualidad el Señor Jesús está en el cielo. Las Escrituras con frecuencia lo imaginan. a la diestra del Padre, una posición de honor y autoridad.


Fuentes:

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