
La humilde familia Moreau
Basilio Antonio María Moreau nació en Laigné-en-Bélin, distrito de Le Mans (Francia), el 11 de febrero de 1799. Fue el octavo de catorce hijos de una familia piadosa, tres de los cuales murieron siendo niños. Sus padres, Luis Moreau y Luisa Pioger, eran agricultores.
Con su párroco, el P. Julián Le Provost, aprendió las primeras nociones de latín. En 1814 prosiguió los estudios en el colegio de Château-Gontier, y los terminó en el seminario mayor de Le Mans.
El 12 de agosto de 1821, con 22 años recibió la ordenación sacerdotal. En su corazón ardía el celo por las misiones, pero su obispo, Mons. De la Myre, que lo quería para profesor en el seminario diocesano, lo envió a realizar estudios superiores. Estudió primero en San Sulpicio, en París, y después en la “Solitude D’Issy”, dirigida también por los sulpicianos. Allí permaneció de 1822 a 1823, y encontró a quien sería su padre espiritual, el P. Gabriel Mollevaut. Al volver a Le Mans, enseñó filosofía, teología dogmática y sagrada Escritura desde 1823 hasta 1836. Al mismo tiempo, desarrolló con fruto una intensa actividad pastoral.
Formador de educadores en la fe
En 1835 su obispo, Mons. Bouvier, le encargó la guía espiritual de la congregación de los Hermanos de San José, constituida por laicos fervorosos que tenían como misión instruir a la gente del campo de Le Mans.
En ese mismo año fundó la sociedad de Sacerdotes Auxiliares, con la finalidad de ayudar a los párrocos mediante retiros espirituales, predicaciones de misiones populares y cursillos. El 1 de marzo de 1837 el P. Basilio unió los Sacerdotes Auxiliares con los Hermanos de San José en una única comunidad, que tomó el nombre de Congregación de la Santa Cruz.
Completó su obra en 1841, fundando la rama femenina de las Marianitas de la Santa Cruz. De ese modo, realizó su ideal de una única congregación religiosa con tres secciones, siguiendo el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret: a los sacerdotes les dio el nombre de Salvatoristas; a los hermanos, el de Josefinos; y a las religiosas, el de Marianitas.
Para responder a las peticiones de los obispos, el Padre Moreau, envió a algunos de sus miembros a Argelia, Estados Unidos y Canadá para establecer nuevas casas. Por deseo expreso del Papa Pío IX, el P. Basilio fundó en Argelia (1840) las primeras escuelas cristianas del país, contribuyó a la introducción y al progreso de la Iglesia católica en Estados Unidos (1841), en Canadá (1847), en Italia (1850) y en 1853 asumió la responsabilidad de la misión en Bengala (actualmente Bangladesh).
Sus últimos días
La vida del P. Basilio, como la vida de casi todos los fundadores, estuvo marcada por el sufrimiento y la incomprensión, pero él se sintió siempre un simple instrumento en las manos de Dios: “La obra de la Santa Cruz -escribió a sus hijos espirituales- no es obra del hombre, sino obra de Dios mismo. (…) Por eso los exhorto a renovar el espíritu de su vocación, que es un espíritu de pobreza, castidad y obediencia”.
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Más tarde, en medio de crisis y controversias en la Congregación, Moreau renuncia como Superior General. Vivió sus últimos días alejado de su comunidad, pero se mantuvo en activa predicación de las misiones hasta que su salud se lo permitió. Las Marianitas cuidaron de él hasta sus últimos días. Moreau falleció en Le Mans el 20 de enero de 1873.
P. Basilio Moreau, CSC, fue beatificado por orden del Papa Benedicto XVI, el 15 de septiembre de 2007, fecha en que se celebra la Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores, en Le Mans, Francia. El Beato Basilio Moreau sigue siendo una inspiración para los hombres y mujeres que viven su visión de “llevar esperanza a los demás” en más de 15 países de todo el mundo. El trabajo continúa en la actualidad por su canonización.
Artículo original: Congregación de Santa Cruz, Distrito de Perú