Cuando nosotros llamamos a Jesús Señor estamos diciendo que es Rey, porque este es el significado original del término griego Kyrie (Señor), con el cual los primeros discípulos se dirigían a Él.
Hoy pensamos en todos nuestros seres queridos que nos esperan con el Señor. ¿Quién es el que no tiene algún difunto amado al que dirigir piadosamente la memoria?
¿Por qué los cristianos veneramos un instrumento de tortura y muerte? ¿A dónde nos lleva esta devoción? ¿Tiene sentido? Vamos a ver por qué exaltamos la Santísima Cruz, y por qué es nuestra única esperanza.
Durante su Ascensión al Cielo, Jesucristo deja un mensaje y un programa para toda la Iglesia: “Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las naciones, enseñándoles a observar todo lo que les he mandado”.