Claret, abogado de los matrimonios

San Antonio María Claret, arzobispo y misionero español, fue confesor de la reina Isabel II de España y es considerado abogado de los matrimonios.

Fundó la congregación de Hijos Misioneros del Inmaculado Corazón de María, llamados Claretianos. Además de los claretianos, San Antonio María Claret elaboró los reglamentos de varias comunidades de religiosas. Su celo apostólico dio testimonio de su santidad. Es además patrón de los tejedores.

Vida religiosa

San Antonio María Claret ingresó al seminario de Vich en España, donde recibió la ordenación sacerdotal. Más adelante, fue nombrado vice párroco. Era un predicador impresionante, de una eficacia arrolladora, y el pueblo empezaba a darse cuenta de ello.

Durante 15 años, predicó sin descanso por el norte de España. Casi ningún predicador del siglo pasado logró obtener triunfos tan grandes como los del padre Claret al predicar. Durante toda su vida predicó más de 10,000 sermones.

Claret ayudó a fundar la Librería religiosa de Barcelona y fue quien difundió más los libros de esa librería. Redactó más de 200 libros y folletos para el pueblo, los que tuvieron cientos de ediciones. Los regalaba donde fuese. En todas partes regalaba medallas, rosarios, hojas y libros religiosos.

La misión en Cuba

El 18 de febrero de 1851, San Antonio María Claret entra Santiago de Cuba, poniendo su actividad pastoral bajo la protección de la Virgen de la Caridad del Cobre, de quien fue gran devoto.

Durante el tiempo que vivió en Cuba, dedicó sus esfuerzos a la reforma del clero; a reconstruir el seminario, al que en más de 30 años no ingresaba un seminarista; a la creación de nuevas Parroquias; a fundar cajas de ahorro para ayudar a los pobres; y a misionar a los fieles de la vasta Archidiócesis, la que recorrió por completo cuatro veces, siempre a pie o a lomo de mula.

Santo Pastor

En sus primeros dos años, confirmó a unas 100.000 personas, trajo al confesionario a más de 300.000 personas, casó por la iglesia unas 9.000 parejas que habían estado viviendo en concubinato, y reunió a otras 300 parejas que se habían divorciado. Distribuyó gratuitamente, además, unos 38,217 libros santos, cambiándolos por libros mundanos y 83.500 tarjetas, 20.663 rosarios y 8931 medallas.

San Antonio María Claret dedicaba mucho tiempo a la oración todos los días. Su austeridad era proverbial y su sobriedad para las comidas y bebidas, admirable. Por las tardes predicaba, visitaba hospitales, cárceles, colegios y conventos.

Oración de San Antonio María Claret

“¡Oh, Dios mío y Padre mío! Concédeme que te conozca y te haga conocer. Que te ame y haga que otros te amen. Que te sirva y persuada a otros para que te sirvan. Que te alabe y trabaje para que todas tus criaturas te alaben. Concédeme, Padre mío, que todos los pecadores se conviertan. Que todos los justos perseveren en la gracia. Y todos nosotros alcancemos la gloria eterna. Amén.»


Fuente: San Antonio María Claret. Fundador y Misionero. Biografía y Vida.

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