El 15 de mayo se celebra la fiesta de San Isidro Labrador, hijo de campesinos muy pobres, que fue criado en el temor a ofender a Dios y en la caridad, dos cosas que marcaron su vida para siempre. Es patrono de los agricultores en todo el mundo.
Su vida estuvo marcada por muchas pruebas, pero también por signos de santidad, que Dios permitió para edificar a la gente de su época. A continuación, una pequeña lista de los milagros que Dios obró por medio de él.
1. El pozo milagroso
Se cuenta que su hijo, Illán, cayó en el pozo mientras jugaba. Isidro, al volver a casa, encontró a su esposa, María (que más adelante sería la santa llamada Santa María de la Cabeza), lamentándose por la tragedia. Ambos se pusieron a rezar con mucho fervor al lado del pozo. De pronto, milagrosamente, las aguas del pozo subieron hasta el borde, llevando a su hijo hasta arriba.
2. Un manantial en medio del campo
Cierto día, Isidro trabajaba en el campo, cuando apareció el señor Iván Vargas y le pidió un poco de agua. Isidro ya no tenía agua para darle, así que golpeó el suelo con su cayado, y de inmediato brotó un manantial en el lugar.
3. Los ángeles labriegos
Isidro era un hombre muy devoto, rezaba todos los días, inclusive cuando estaba en el campo. En ocasiones dejaba de lado sus obligaciones como labriego para cumplir sus obligaciones con Dios. Sus compañeros cuentan que, cuando esto sucedía, habían visto ángeles labrando el campo en su lugar, para que el trabajo no se detuviera.
4. El costal de grano milagroso
Un día, Isidro llevaba un pesado costal de grano al molino. En el camino nevado vio a varias aves padeciendo porque no podían conseguir alimento por causa de la nevada. Sintiendo pena por ellas, perforó el costal para compartir con las aves el grano que llevaba.Pero cuando llegó al molino, el costal estaba completamente lleno de nuevo.
5. La multiplicación de la comida
Isidro era un hombre muy caritativo, y con frecuencia organizaba comidas para los más necesitados. En una ocasión, se dio cuenta que la comida no iba a alcanzar. así que rezó, cerró los ojos, y con fe, metió la cacerola dentro de la olla de comida. Milagrosamente, la cacerola salía llena de comida cada vez, y nadie pasó hambre.
6. Cuerpo incorrupto
Cuando Isidro murió, fue sepultado junto a la iglesia de San Andrés. Décadas más tarde, su cuerpo fue exhumado, y se descubrió que su cuerpo no habría sufrido descomposición alguna.
7. Consejero de guerra
Alfonso VIII libraría la batalla de Navas de Tolosa contra los musulmanes, y el consejo de pastor en el camino, que le habría indicado un camino secreto, habría sido determinante para vencer en la batalla. Cuando el rey regresó, y vio el cuerpo incorrupto de Isidro, reconoció en él al pastor que le había guiado.
8. Curación de Felipe III
Los reyes tienen pedidos muy excéntricos, y rara vez les dicen que no. Felipe III estaba muy enfermo, y pidió que le llevaran el cuerpo incorrupto de San Isidro, para ver si así mejoraba. Así lo hicieron, y cuando el cuerpo del santo estuvo en los aposentos del rey, su curación fue instantánea. Este milagro fue el que le valió la beatificación, que tuvo lugar el 14 de abril de 1619.
San Isidro fue un santo curioso, debido a que, en medio de una época en que la santidad se veía más en miembros de familias acomodadas y poderosas, él fue todo lo contrario, de familia pobre materialmente, pero con una inmensa riqueza espiritual.
Oración
Señor, Dios nuestro, que en la humildad y sencillez de san Isidro labrador, nos dejaste un ejemplo de vida escondida en ti, con Cristo; concédenos que el trabajo de cada día humanice nuestro mundo y sea, al mismo tiempo, plegaria de alabanza a tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos
Amén.