Madre de quienes sufren

Nuestra Señora de los dolores

Nuestra Señora de los Dolores: la mujer que soportó el dolor al pie de la Cruz, y que hoy da esperanza y consuelo a sus hijos que experimentan tribulación.

Los días 14 y 15 de setiembre la Iglesia celebra la Exaltación de la Santa Cruz y el día de Nuestra Señora de los Dolores. ¿Qué representan estas celebraciones para nosotros hoy en día? Reflexionamos al respecto en este artículo.

El dolor en el cristianismo

Antes de hablar de Nuestra Señora de los Dolores o de la Exaltación de la Santa Cruz, necesitamos comprender cómo se entiende el dolor desde el cristianismo. La visión cristiana del dolor es que es una parte inevitable de la vida; el cristianismo no propone buscar activamente el sufrimiento, o disfrutar de él de manera masoquista. Más bien, el enfoque cristiano es encontrar el sentido y el propósito de las situaciones dolorosas que atravesamos, ya sea el arrepentimiento y la purificación (dolor por los pecados propios), la búsqueda de un bien mayor (ayuno por una intención), disciplina (renunciar a algo bueno en pos de algo mejor), etcétera.

La oración en el huerto

La Cruz, nuestra única esperanza

Jesús, en la víspera de su pasión y muerte, ora diciendo, “Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz” (Lc 22, 42). Él no anhelaba el dolor, pero comprendía claramente que era fundamental en el plan de redención. La muerte de Jesús en la Cruz nos abrió las puertas de la salvación. Esta es la razón de que el Beato Basilio Moreau afirmara “Ave Crux, Spes Nostra” (la Santa Cruz, nuestra única esperanza). Lo que una vez fue un signo de condena y humillación, se vuelve para todo cristiano un símbolo de esperanza y fortaleza en las dificultades.

María, Madre de los Dolores

Como mencionamos anteriormente, María, la madre de Jesús, permaneció al pie de la cruz donde padeció y murió su Hijo, compartiendo en lo más íntimo de su ser los sufrimientos de Aquel a quien ella llevó en su vientre, Aquel cuya vida entera ella vio transcurrir y cuyas palabras, gestos y acciones meditó en su corazón. ¿Qué representa para nosotros Nuestra Señora de los Dolores? En primer lugar, es para nosotros consuelo maternal en cualquier sufrimiento que experimentemos, sea dolor físico, rechazo, traición e incluso la impotencia frente a las injusticias o frente a nuestras propias limitaciones. Pero es también para todo cristiano motivo de esperanza y fuerza: la mujer que compartió los dolores más profundos de su Hijo, también comparte ahora con El la gloria y el reinado.

Los dolores de María, anunciados desde la presentación de Jesús en el Templo (Lc 2, 34-35), tuvieron un propósito, y de la misma manera, los dolores y tribulaciones que experimentamos pueden ayudarnos a estrechar nuestra relación con Dios, aprendiendo a confiar en El y a ofrecer todo aquello que nos hace sufrir para que se haga la Voluntad divina.


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