Protege a tus hijos con la armadura de Dios

Armadura de Dios

Recitar a diario esta breve oración por tu pareja e hijos puede ser una gran bendición para tu hogar

Aunque esta bonita costumbre ha ido perdiéndose en los últimos años, aún muchos padres de familia bendicen a sus hijos con una breve oración en los momentos difíciles, por las noches antes de dormir, y en el día a día antes de salir de casa. Hay muchas formas de bendecir a los hijos y de hecho la única condición es que la plegaria sea sincera. Sin embargo, el texto bíblico que encontramos en Efesios 6, 10-18, es muy recomendable para bendecirlos, ya que resulta bastante completo.

Ponerse la armadura

Cuando invocamos al casco de la salvación, le pedimos que los proteja de toda tentación que venga por el intelecto (ideas, conceptos, pensamientos, recuerdos, etc.). Si pedimos el cinturón de la verdad para ellos, pedimos que tengan la firmeza de mantenerse en sus convicciones, ante quienes siembran la duda con el chisme, la presión social, la mentira, el bullying y la confusión.

Invocando al escudo de la fe, pedimos que los proteja de los “dardos incendiarios” del maligno, vale decir aquellas maledicencias, rencores, odios, y todo ocultismo dirigido contra ellos. Cuando invocamos la protección de la coraza de la justicia, estamos pidiendo que sean preservados su corazón y sus sentimientos. Cuando pedimos que sean calzados con el celo del Evangelio, pedimos que no retrocedan en su fe, sino que avancen en ella. En la época de Jesús, los soldados romanos usaban zapatos con púas para afirmar los pies del combatiente al suelo y nunca retroceder.

Finalmente, cuando invocamos a la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios, pedimos que nuestros hijos se alimenten de ella y que esto se refleje en su forma de ser, de hablar, de conducirse en la vida, de tal manera que sean siempre vencedores ante la tentación y el mal. Nótese que la espada es la única arma de ataque de la armadura de Dios. Resulta difícil creer que es casualidad que las posiciones contrarias a la fe busquen frecuentemente quitarnos la posibilidad de recurrir a la Biblia para defender nuestras opiniones.

El poder de la oración

A menudo subestimamos el valor de la oración y nos enfocamos en solucionar todos los problemas del hogar con acciones “prácticas”, dejando de lado nuestra vida espiritual. Si seguimos menospreciando el poder de Dios, su incondicional amor y la fuerza de su gracia que vence todo mal, difícilmente veremos su providencia reflejada en nuestra familia. Por el contrario, si cultivamos hábitos de oración familiar, en poco tiempo percibiremos los cambios que suscita Dios en nuestro hogar y en nuestros hijos.

Adaptado del blog de Luis Enrique Ascoy: http://www.luisenriqueascoy.com/la-armadura-de-dios/

Un comentario:

  1. Muy bien explicado el articulo. Falto nomas el texto de la oracion de la armadura de Dios.Salve Maria.

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