La Sagrada Familia en mi familia

Jesús, María y José, la Sagrada Familia, son más que unos personajes de la Navidad, más que figuras que colocar en el nacimiento, son un modelo para todas las familias. Por ello y muchas cosas más, la Iglesia la celebra el primer domingo después de Navidad.

Modelo de Madre

Santa María, Madre de Dios, aceptó el plan de Dios, se hizo más pequeña aún, si fuera posible, para que se haga en ella la voluntad del Padre. Recibió en su seno al Hijo de de Dios y se convirtió así en el primer Sagrario.

Por encima de las dificultades que le significaba ser madre en su condición, lo aceptó con amor. Más allá de saber que llevaría al Salvador en su vientre, acogió el regalo de un hijo con amor, y ese amor la sobrepasó y se extendió a todos los que la rodeaban.

Fue presurosa a servir a su prima, que estaba también embarazada. No se quedó en su comodidad, salió de ella para dar de ella a quien necesitaba más que ella. No se propuso ser ejemplo, solo buscó la voluntad de Dios, y eso es amor.

María, Madre de Dios

Modelo de Padre

San José, descendiente de David, de linaje real, fue elegido por Dios para ser el padre adoptivo del Hijo del hombre. En las sagradas escrituras no se registran palabras suyas. Las referencias hacia él son pocas y se le atribuye un humilde oficio.

El carpintero, artesano, trabajador, padre amoroso, pero por encima de todo, temeroso de Dios. Al descubrir que su prometida estaba embarazada, y no de él, en lugar de ampararse en la justicia de la época, decide no perjudicar a la mujer que Dios le dio.

Su fidelidad, su lealtad, es premiada por Dios. El ángel del Señor le anuncia la divinidad de su próximo hijo, luego lo salva de un funesto fin. Y José, toma a su mujer y a su hijo y huye a Egipto, lejos del peligro.

Un hombre de verdad, que cuida de su familia, bajo cualquier circunstancia, que podría haberse sentido menos importante y vivido amargado o deprimido por no ser más, pero en lugar de eso fue fiel a las enseñanzas de sus padres y a la responsabilidad que el mismo Dios puso sobre sus hombros.

San José

Modelo de familia

En ningún momento se ve que ninguno de los tres dejara de lado al otro. En la lectura de la fiesta de la Sagrada Familia, la liturgia nos recuerda la escena del 5to misterio gozoso, al niño perdido y hallado en el templo. Sus padres lo buscan con afán hasta que lo encuentran. Y el hijo no les falta el respeto, al preguntarles por qué le buscaban no les reclama nada, es más extrañeza que duda.

Después de esa escena, Jesús, el Hijo de Dios, el Salvador, vivió sometido a sus padres, creciendo en estatura y en gracia ante los ojos de Dios y de los hombros. Fue criado en el seno de una familia que era consciente de lo más importante: transmitir la fe, los valores, para que el hijo crezca.

No importa si es Hijo de Dios, si va a salvar al mundo del pecado; es su hijo, es su responsabilidad y no van a hacer menos que darle todo el amor que Dios les dio. Criar a su hijo bajo la ley de Dios, en el amor, en el respeto, en el servicio.

La Sagrada Familia

En esta fiesta, la Sagrada Familia no es un recuerdo, es una realidad que podemos traer a nuestra familia, un modelo para cada uno de nosotros, para que el Señor nos regale ser padres, madres, hijos, temerosos de Dios, fieles a sus enseñanzas, y para que podamos crecer en estatura y gracia ante Dios y los hombres, para ser sal de la tierra, luz en la oscuridad, esperanza en la desesperación.

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