Santa Clara: Una vida en busca del rostro de Cristo

Santa Clara de Asis

Santa Clara nos muestra con su vida, cómo encontrarnos con Dios en estos tiempos de confinamiento.

Clara de Asís, santa italiana contemporánea de San Francisco, y fiel seguidora suya, renunció a su vida cómoda para entregarse por completo a Dios en la vida monástica. Su vida contemplativa nos ha dejado un gran legado, que podemos redescubrir en nuestra vida diaria.

Figura materna y fraterna de Clara

Por su cercanía a San Francisco, Santa Clara reflejaba una imagen maternal sobre toda la familia franciscana, frailes y la recién fundada orden de mujeres, llamadas ahora Clarisas. Por esa relación con sus hermanos y hermanas, es considerada hermana y madre. Esta misma figura es la que nos ayuda a encontrarnos con Dios en el confinamiento, como ella y sus hermanas en el monasterio.

Santa Clara de Asis

Contemplación y búsqueda de la pobreza

Los religiosos de clausura, como Santa Clara y muchos otros que eligieron abandonar el mundo para recluirse tras los muros de un monasterio, no han huído, al contrario, se han atrincherado para luchar con su oración por todos nosotros. Esta vida, contemplando el Evangelio, les da la fortaleza para no sufrir por las privaciones y encontrarse con Cristo.

La búsqueda de la pobreza, la pobreza evangélica, entendida no como la falta de recursos para vivir, sino como la búsqueda de lo esencial, lo necesario, es parte de la espiritualidad franciscana. En estos tiempos de confinamiento, en los que hemos tenido que priorizar lo esencial para nuestras familias, podemos recurrir a la imagen de Santa Clara para comprender, entender y valorar los regalos de Dios en lo básico.

Encuentro con Dios

Santa Clara eligió voluntariamente la vida de clausura, contra la voluntad de su familia. Nosotros también tenemos la oportunidad de encontrar a Dios, de practicar las obras de misericordia y compartir la oración y la lectura de la Palabra de Dios con nuestra familia, buscando espacios de contemplación en nuestra vida diaria.

La vida de clausura, recordando a Santa Clara y otros religiosos que eligieron alejarse del mundo, nos ayude a encontrarnos con Dios y que con Santa María, contemplemos la vida de Jesús en los misterios del Rosario.

Basado en la entrevista realizada a Fray Daniel Ramos Rocha, OFM, sacerdote mexicano, para Vatican News

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