En una época en que los nobles se entregaban a las comodidades y privilegios de su posición, nació Luis, el joven que renunciaría a la nobleza para servir a Dios.
Santa Inés, o Agnes, fue una jovencita de unos 12 o 13 años, que padeció el martirio por no negar su fe, por mantenerse firme y fiel al voto de castidad ofrecido a Jesús.